La descarbonización supone un gran reto para la industria. «Captura, almacenamiento y uso del carbono» (CCUS) es un método para reducir las emisiones de CO2 perjudiciales para el clima. Consiste en separar el dióxido de carbono de las emisiones y tratarlo para su posterior utilización o almacenamiento en un vertedero permanente. Este planteamiento exige altos niveles a la tecnología de medición utilizada.
El CO2 es considerado a menudo y con razón tanto una bendición como una maldición. Por un lado, es una materia prima importante que se utiliza, por ejemplo, en la agricultura, en la producción de alimentos o como refrigerante. Por otro, como gas de efecto invernadero, el dióxido de carbono es la principal causa del cambio climático.
Cambiar a tecnologías bajas en carbono o libres de CO2 resulta difícil por no decir imposible.
Gran parte de las emisiones de CO2 son causadas por industrias clave como la energía, la química/petroquímica, el acero, el aluminio, el cemento y la pasta o el papel. Difícilmente se podrá frenar el cambio climático sin reducir significativamente esta contaminación. Sin embargo, en muchas ramas, especialmente en la industria de procesos, el cambio a tecnologías bajas en carbono o libres de CO2 en las próximas décadas es muy difícil o directamente imposible. En muchos procesos, incluso utilizando combustibles fósiles, sólo puede reducirse una parte de las emisiones contaminantes, ya que de todos modos hay emisiones de CO2 debidas al proceso. Esto ocurre, por ejemplo, en la industria siderúrgica y cementera, pero también durante el tratamiento de residuos.
Separar el carbono de los gases de emisión es primordial
Para estas industrias ( conocidas como «industrias difíciles de eliminar») la única opción de descarbonización es la «captura de carbono», es decir, extraer el CO2 de las emisiones. Esto se consigue principalmente separando el carbono de los gases de emisión antes de que llegue a la atmósfera, por ejemplo mediante procesos de absorción, criogénicos y de membrana. Una alternativa es la «captura directa en el aire», es decir, filtrar el CO2 de la atmósfera. Tras el proceso de extracción, el dióxido de carbono se purifica al máximo. Entonces puede utilizarse para la producción de fertilizantes, fibras sintéticas, bebidas (ácido carbónico) y combustibles sintéticos, entre otras cosas. El dióxido de carbono que no entra en la economía circular es prensado en formaciones geológicas y eliminado allí de forma permanente.
Desafíos metrológicos del CCUS
Como proveedor de soluciones, WIKA apoya a las empresas con «captura de carbono» proporcionándoles una cartera específica de productos y servicios. El CCUS presenta una serie de retos metrológicos: Por ejemplo, debido a que las fases agregadas de CO2 están muy juntas durante el proceso, la interacción de presión, temperatura y flujo debe controlarse con precisión. WIKA ofrece la tecnología de sensores adecuada para cada paso de un proceso CCUS, desde el proceso de extracción hasta la manipulación del CO2 altamente purificado y su transporte.
Note
En la página web de WIKA encontrarás un resumen de otras soluciones de medición para la industria primaria, así como para otros sectores de la industria de procesos. En el contexto de la descarbonización, también encontrarás información sobre métodos metrológicos para evitar las emisiones fugitivas. Si tienes alguna pregunta, por favor contacta con nuestros especialistas que estarán encantados de ayudarte.
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