El control de la presión en el filtro es un factor decisivo para la optimización de la ventilación
La Unión Europea presiona. Hasta 2020 pretende aumentar la eficiencia energética en edificios en un 20 por ciento. Los Estados miembros han elaborado un proyecto de ley. En Alemania un 40% de la totalidad de consumo de energía está causada por la climatización en edificios públicos o privados. Además, provocan casi un tercio de las emisiones de CO2. Una gran parte de estas emisiones y gastos se deben a los sistemas de ventilación. El control óptimo es, por tanto, uno de los desafios más destacados de la instrumentación en los próximos años.
Efectos económicos e higiénicos de una ventilación eficaz
El aire tiene que cicular y esto consume energía. Los filtros del aire constituyen un obstáculo a superar. Durante el servicio quedan residuos de polvo y suciedad causando una mayor obstrucción y, por tanto, un aumento de los costes de energía eléctrica. Una monitorización insuficiente o tarde agrava esta situación.
Otro aspecto a considerar son los problemas higiénicos causados por filtros sucios. Al fin y al cabo, las personas suelen pasar la mayoría de su tiempo en espacios cerrados y una ventilación eficaz resulta imprescindible para el bienestar en el ámbito de trabajo o residencial.
EDA = aire de escape
ODA = aire exterior
ETA= aire extraído
SUP = aire de suministro
Reducción del consumo de energía a la mitad
Los efectos de una inversión en filtros óptimizados ha demostrado la Universidad técnica en Zurich Suiza que ha conseguido un ahorro energético de 50 % con la aplicación de filtros eficazes y una monitorización optimizada.
La eficacia de un sistema de filtro se monitoriza mediante el control de la presión diferencial anterior y posterior del filtro. Una vez superado un valor límite el usuario cambia o limpia el filtro en el momento adecuado. Para esta aplicación existen manómetros especiales para medir presiones bajas como la serie air2guide con diseños especiales para las exigencias de la técnica de ventilación.
El gran reto en el desarrollo de manómetros diferenciales con rangos bajos de presión consiste en la baja fuerza disponible para el mecanismo. Con diferencias de 50 Pa son tan sólo unos décimas de Newton. El manómetro diferencial de la serie air2guide incluye dos cámaras cerradas para presiones positiva/negativa, separadas con una membrana de silicona. La diferencia de presión provoca un desplazamiento del sensor proporcional a la variación de la presión contra el muelle de medición.
Sistema de medición sin contacto
Hay que evitar la reducción de la fuerza que la membrana emplea sobre el mecanismo para asegurar una transmisión precisa y una medición exacta. Para conseguir esto, WIKA ha desarrollado un sistema magnético de medición sin contacto que funciona con membranas de silicona o caucho de nitrilo. Con el sistema especial de dos cámaras se crea un espacio sin presión entre esfera y mirilla que previene perturbaciones por agua condensada o suciedad.
La precisión del manómetro queda apoyada por el material de la caja que es de plástico reforzado por fibra de vidrio, que evita efectos caudados por presiones ajenas o variaciones de Temperatur. Este plástico destaca por su elevada solidez y su bajo peso. El concepto de eficiencia de los manómetros de la serie air2guide, se refleja también en el montaje que se puede efectuar sin accesorios o herramientas. Esto significa un ahorro considerable de tiempo a casi la mitad en comparación con modelos convencionales.
Vídeo: Instrumentación para sistemas HVAC | Monitorizar cualquier UTA según directiva 2009/125/EC
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Versión abreviada del artículo «Effiziente Raumlüftung erfrischt die Energíebilanz» publicado en la revista
«Moderne Gebäudetechnik»
Autor: André Mayer, Director de ventas Manometer AG Hitzkirch