Un presostato cierra o abre un circuito eléctrico en función de la presión del medio y sirve para controlar una instalación o un proceso. Existe un presostatos mecánico y electrónico para cualquier aplicación y cualquier potencia de conmutación. En primer lugar se debe decidir qué construcción es la adecuada, una versión electrónica o una versión mecánica.
¿Cómo funciona el presostato mecánico y electrónico?
Presostato mecánico Un presostato mecánico convierte la presión de un fluido en un movimiento mecánico, que actúa sobre el interruptor mecánico en el presostato. El interruptor está previamente configurado a una determinada presión fija o regulable. En cada actuación del interruptor un presostato mecánico emite una señal eléctrica sin necesidad de energía auxiliar.
El presostato mecánico suele ser de construcción sencilla para aplicaciones económicas o optimizados para larga duración. Los presostatos pueden ser de construcción expresa para tasas bajas (pocos ciclos de conmutación p.ej. para aplicaciones de seguridad) o tasas elevadas (numerosas conmutaciones p.ej. en el control de procesos). La histéresis suele ser fija y ajustada desde fábrica. A menudo se aplican los presostatos mecánicos para conmutar elevadas corrientes eléctricas p.ej. en bombas.
Sin embargo, en aplicaciones con voltajes bajos, típicas en PLCs o instalaciones electrónicas modernas, no son adecuados a no ser que estén dotados con contactos plateados de oro.
VS Presostato electrónico
Un presostato electrónico genera señales electrónicas y a menudo una señal analógica suplementaria proporcional a la presión. Los presostatos electrónicos se configuran desde fábrica o disponen de un interfaz de configuración con display y botones. Los presostatos electrónicos disponen de una lógica integrada y programable para adaptar los puntos de conmutación y la señal de salida a las aplicaciones específicas. El usuario puede programar una gran cantidad de características como tiempo de retardo, punto de conmutación, histéresis, NO, NC etc. La indicación local proporciona una indicación continuada de la presión e indica si las salidas de conmutación siguen activas o no. Tecnologías modernas como IO-link permiten la programación remota mediante cable de señal.
¿Cuándo se debe utilizar un presostato mecánico o electrónico?
Presostato mecánico El presostato mecánico se suele seleccionar si el presupuesto es limitado para controlar sólo unos pocos puntos de conmutación. A menudo se utilizan en aplicaciones críticas de seguridad para añadir una función suplementaria o redundante de seguridad para asegurar una transmisión de señal inmediatamente tras superar la presión del punto de conmutación crítico predeterminado. Para el control del proceso, sin embargo, las versiones mecánicos no son la primera opción en los sistemas electrónicos ya que están sometidos a un desgaste mecánico que puede provocar una deriva de la señal o incluso una avería prematura. VS Presostatos electrónicos
Los presostatos electrónicos son útiles para controlar varios puntos de conmutación y para asegurar la estabilidad y flexibilidad del control. Son óptimos para instalaciones automatizadas ya que la configuración del punto de conmutación puede variar a lo largo de su vida útil. Los presostatos electrónicos son la primera selección si el usuario necesita señales analógicas suplementarias, una indicación local o ajustes flexibles. La consideración de estos factores puede ayudar en la selección entre presostato mecánico y presostato electrónico.
Además, estas características resultan relevantes no sólo para el interruptor de presión, sino también para interruptores de temperatura, nivel y flujo.
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