Los termopozos, también conocidos como vainas o tubos de protección (dependiendo de su fabricación), son componentes esenciales para garantizar la seguridad y precisión en las mediciones de temperatura en procesos industriales.
Protegen los sensores de temperatura aislándolos del entorno del proceso, permitiendo además su reemplazo sin interrumpir el funcionamiento. En este artículo exploraremos los distintos tipos de termopozos, sus materiales, aplicaciones y criterios clave para elegir el más adecuado.
¿Qué es un termopozo?
Un termopozo es una barrera física que separa el sensor de temperatura del entorno del proceso. Su función es doble: protege al sensor de condiciones potencialmente corrosivas o abrasivas y asegura la seguridad del proceso al evitar fugas. Utilizados en sectores como el petroquímico, químico, farmacéutico, alimentario y otros, los termopozos son necesarios para aplicaciones con condiciones extremas de temperatura, presión y caudal.
Tipos de termopozos y métodos de conexión
La elección del tipo de termopozo depende de la integración en el proceso. Los principales métodos de conexión son:
- Conexión Bridada: Montaje fácil y seguro con una brida universal, popular en procesos que requieren reemplazos frecuentes.
- Conexión Roscada: Compacta y fácil de instalar, ideal para espacios reducidos.
- Conexión Soldada: Para aplicaciones que demandan alta robustez, se suelda directamente al proceso, garantizando máxima resistencia.
- Conexiones Sanitarias: Usadas principalmente en industrias alimentarias y farmacéuticas, diseñadas para cumplir estrictas normas de higiene.
Fabricación: de barra o de tubo
Los termopozos pueden fabricarse de dos maneras, cada una con sus propias ventajas:
- Termopozo o vaina de barra: Se fabrica perforando una barra de una sola pieza de material macizo. Proporciona una mayor durabilidad, lo que resulta esencial para aplicaciones con presiones y caudales elevados. Resiste especialmente bien las vibraciones y al desgaste.
- Tubo de protección o vaina de tubo: Más económico y ligero, se fabrica a partir de un tubo con un extremo cerrado soldado y una conexión soldada en el otro extremo. Aunque es menos duradero que los modelos de barra perforada, es adecuado para aplicaciones menos exigentes.
Criterios de selección: ¿cómo elegir el termopozo adecuado?
- Condiciones de presión y temperatura: Para entornos de alta presión, se recomiendan los termopozos cónicos por su alta resistencia y rápido tiempo de respuesta. Los modelos rectos son más económicos y adecuados para presiones moderadas.
- Material de construcción: Se suele utilizar acero inoxidable por su resistencia a la corrosión. Para entornos agresivos, son preferibles materiales como Hastelloy® o Monel®.
- Longitud de inmersión: Crucial para una medición precisa, la punta del termopozo debe estar en el tercio medio de la tubería para garantizar un caudal adecuado contra el sensor.
- Tipo de bulbo: cónico, recto o radicular (ScrutonWell®), cada uno con ventajas específicas en términos de resistencia y tiempo de respuesta.
- Compatibilidad con la normativa de seguridad: en los sectores alimentario o farmacéutico, es esencial cumplir la normativa de seguridad sanitaria.
Conclusión
La elección del termopozo adecuado es esencial para la seguridad, durabilidad y precisión de las mediciones de temperatura. Los termopozos WIKA ofrecen una solución fiable incluso para los entornos más exigentes.
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La indicación de que la punta del termopozo debe estar en el «tercio medio» de la tubería puede inducir a error. En realidad, la longitud de inmersión debe garantizar que el sensor esté completamente rodeado por el medio para asegurar una medición precisa. Esto es crítico, independientemente de la ubicación relativa dentro de la tubería.
Hola Ramón,
Gracias por comentar en el blog, la persona especialista en Temperatura se ha revisado la pregunta y nos ha comentado esto:
Lo que comentas es cierto, como queremos asegurarnos que el sensor este inmerso en el medio, lo que indican las «best practices» es insertarlo en el tercio medio y asegurarnos de un buen contacto con el medio.